Cerería
En un país como México con una fusión religiosa tan fuerte, el papel de las velas y ceras es muy importante en ritos, celebraciones y ofrendas. Se tiene registro de que las culturas mesoamericanas usaban la cera en la elaboración de joyería por el método de “cera perdida”. Más tarde, en el siglo XVI los españoles introdujeron el catolicismo y con él, la industria de la cerería comenzó la elaboración de cirios, velas y veladoras.
Tradicionalmente las velas en México se elaboran colgando del techo una rueda, de ella se suspenden tiras de pabilos, en una olla se calienta la cera hasta derretirla, luego se toma una porción de ésta y se vierte desde arriba del pabilo, una capa de cera se queda pegada en él y el sobrante cae en una olla que se coloca justo abajo, y de esta manera se hace con el resto de los pabilos, se repite este procedimiento una y otra vez, generando capas de cera, hasta que las velas adquieren el grosor necesario. En algunas comunidades se hacen velas largas y delgadas de cera de abeja o sebo de res bajo este procedimiento.
Las velas escamadas o de concha, son velas que se usan para celebraciones especiales, están sumamente decoradas con elementos externos del mismo material como flores, estrellas, recortes en forma de palomas y de encajes. Para hacer los elementos de una cera escamada, se utilizan moldes de barro o madera que se sumergen en la cera derretida e inmediatamente después se introducen en agua, esto despega el material del molde, por último con tijeras se recorta para detallar la forma, y se pega sobre una vela sencilla que funge como base. Igualmente en algunos estados se elaboran con moldes máscaras y figuras religiosas de cera a las que se les pinta sus facciones con tintes naturales y anilinas.